sábado, 16 de julio de 2005

es tan sencillo como intentar, por unos minutos, ver el mundo a través de los ojos de nuestros hijos. Ahora han aprendido a andar, y debe ser maravilloso, y además eso les permite tocarlo todo, abrirlo todo,...¿Y dónde está el límite? Por supuesto, no debemos dejarles hacer nada que les ponga en peligro, pero creo que si abre un cajón, debemos decirles no, y apartarles. Y así una vez, y otra, y otra, y otra,...Si encima de la mesa tenemos un cenicero de mil colores, precioso, y se empeñan en cogerlo, ¿no es normal? Cuando nosotros vemos algo que nos gusta, ¿no queremos verlo más de cerca, no nos llama la atención?Y en el caso de ayer, si un nene mete la mano en el cubo de la fregona, ¿quién es el culpable? Él ó el adulto que lo ha dejado a su alcance?Chicas, nadie nos dijo que la maternidad fuera fácil, y es más creo que lo difícil viene ahora, ya que todo aquello que hagamos con nuesros bebés marcará su personalidad por siempre jamás.Así que os animo a que hagáis siempre lo que os dicte el corazón, y a que defendais vuestras posturas en relación a la educación de vuestros hijos a capa y espada.

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