Nueva semana

Parece que las aguas vuelven a su cauce, y después de las discusiones y amenazas de la semana pasada el comportamiento de Markel empieza a mejorar. No me gustó amenazarle, no me guistó decirle que ese fin de semana hacíamos las maletas para ir a un internado y no me gustó simular una llamada del susodicho internado en la que me confirmaban su plazo pero les pedía una semana más de plazo, una última oportunidad.
Él dice que es un ultimatum, aunque no se si entiende lo que significa esa palabra.
No quiero que Markel haga o deje de hacer cosas por miedo, sino que quiero que aprenda qué es lo correcto. No quiero que sea el alumno más plicado, quiero que sea del momtón. Que haga sus fichas y sus trabajos, pero también que juegue y que se divierta. Cada cosa en su momento. Incluso puedo aceptar que algunos días le castiguen. Pero no todos, no quiero que le señalen....
Y es que es tan rico, tan cariñoso, tan agradecido con las pequeñas cosas.... Ayer por ejemplo le llevamos al cole su padre y yo y estaba feliz, orgulloso y radiante. Al llegar le decía a sus amiguitos: hoy me han traido mi padre y mi madre.
Este fin de semana hemos estado viendo videos de cuando era bebé, y con 2-3 años. Tan mono, tan salado, tan gracioso, tan lindo.....

En la foto, Markel el día de su tercer cumpleaños.