jueves, 26 de enero de 2006

. Ayer estuvimos en dos inmobiliarias. La primera es del hermano de un chico de mi cuadrilla, y vamos con él de vacaciones. Pero Markel portó fatal, no paraba quieto, le dio unos caramelos y los chupaba y los lanzaba, y luego le tiraba a mi amigo bolas de fatal, que el pobre no sabía ni donde meterse. Y la verdad, tampoco nos ofreció nada interesante. Así que luego fuimos a otra, que es de otro amigo, y es donde compramos nuestro piso de ahora, y genial, hoy ya vamos a ver un piso, en una zona muy nueva de Vitoria, donde vive toda la gente joven. La casa es un ático, no muy grande, 78 metros, pero con 3 habitaciones y dos baños, y lo mejor es que tiene una terraza grande, y da el sol todo el día. Además, el edificio tiene jardín privado, con columpios y eso. La casa es nueva, unos 4 años, y los que han vivido sólo iban a dormir. Es una zona que está un poco alejada del centro, que es lo que me gusta, pero aquello es como una mini-ciudad, hay de todo. Después de verlo, vienen a mi casa para ver cómo está y que me digan cuánto puedo pedir. Hombre, no se como estará, pero tiene buena pinta, verdad? Hombre, el precio es una pasada, y aunque se puede negociar, pues habría que negociar mucho mucho. Luego si me da tiempo, queremos ir también al banco para ver qué nos cuentan, que nos calculen y eso.

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