Hace una semana os contaba que me marchaba a Madrid 5 días, por trabajo, y que no sabía cóomo lo iba a llevar. Pues bien, el lunes cuando estaba llegando, me llamaron al móvil de la guardería porque estaba malo, para que fuéramos a buscarlo. Tuve que llamar a mi madre, que no podía ir, y por fin fueron mis suegros. Le llevaron a la pediatra, y tenía un buen catarro, pero en principio no parecía bronquitis, le dieron ventolín y quedaron en volver al día siguiente. Pero por la noche se puso peor, y Sergio tuvo que llevarle corriendo a urgencias, donde le ingresaron. Bronquitis y una mancha en el pulmón, que podía convertirse en neumonía. ¿Os podéis imaginar cómo me he sentido? Mi nene en el hospital y yo lejos de casa, en una feria, y teniendo que poner buena cara delante de los clientes. De verdad, es lo peor que me ha ocurrido nunca, me he sentido la peor madre del mundo, y él lo ha tenido que pasar fatal, sin entender porqué su mami no estaba con él. Mi jefe se ha interesado por el niño, pero en ningún momento me ha dado la opción de volver a casa. El viernes por la noche por fin pude cogerme un avión y regresar, me fui directa al hospital y en cuanto me vio me dió un gran abrazo que nunca olvidaré. Ahora está mejor, pero le sigue bajando el nivel de saturación y le tienen que poner oxígeno. Durante la semana apenas ha comido, y lo poco que ha comido lo ha vomitado. Ahora pesa poco más de 9 kilos, de los casi 12 que pesaba hace una semana, está flaquísimo. Tiene muchos mimos, y no me deja ni ir a hacer pis. Está lleno de mocos, es increible, y todavía nos quedan unos cuantos días para poder volver a casa. Ahora he salido un poco para ducharme y cambiarme de ropa, y luego pasaré con él la noche, y luego a trabajar.
De verdad, lo he pasado fatal, separarme de mi niño tanto tiempo y encima él ingresado. Este mundo a veces da asco.
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